Por Carmen Muñoz
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En la historia de Chihuahua, podemos encontrar infinidad de personajes ilustres que aportaron toda su calidad humana, para la conformación de lo que es nuestro Estado en el ámbito de lo social, político y cultural.
Algunos quizás más reconocidos que otros, olvidados o recordados, algunos no mencionados siquiera. Cada personaje obró de acuerdo a su ideal, inquietudes e intereses.
Manuel Chao es uno de estos personajes, que influyó en el desarrollo de nuestro Estado.
Las cartas del general Manuel Chao enviadas a don Silvestre Terrazas son un medio para conocer la vida de este hombre, que sin lugar a dudas su presencia en la historia de Chihuahua es trascendental, no sólo por haber sido un gran militar sino un hombre con principios y creencias que lo distinguieron de los demás de una manera muy especial.
Al principio, cuando se van leyendo las cartas en diferentes situaciones, se va formando una idea de sus actitudes; a veces parece ser todo un valiente, otras cobarde, sin llegar a ser esto último, simplemente quería estar en donde el sabía que lo haría mejor. En otras deja entrever, esa característica de todo militar, dureza y frialdad en sus decisiones; deja al alcance de la imaginación de quien las lea, esa sumisión ante la desconfianza del general Villa. Y de esta manera nos involucraremos en su quehacer militar y su haber humano.
Manuel Chao nació en el puerto de Tuxpan, Veracruz, el 26 de septiembre de 1883, sus padres fueron don Ángel Chao y doña Ramona Rovira.
En 1900 acompañó a su padre en un viaje al Estado de Durango, en donde se quedo trabajando en el magisterio. Tres años mas tarde vino a Chihuahua como ayudante de la Escuela 138, “José Maria Mari”, habiendo pasado a prestar sus servicios en la región de Balleza, en donde trabajó hasta 1910. Contrajo matrimonio con doña Ignacia Loya. Es acertado afirmar que como maestro rural su trabajo siempre fue educar y servir a la niñez de aquel tiempo, pero sin dejar a un lado sus inquietudes revolucionarias. Se afilio al Maderismo, en noviembre de este año se levanto en armas en Baqueteros, al triunfo de la revolución se le concedió el grado de teniente coronel y figuró enseguida en los cuerpos rurales de la federación. Su carrera militar es extensa, combatió a Orozco a las órdenes del general Emilio Madero, y al consumarse el cuartelazo de Huerta en febrero de 1913, inmediatamente se insurrecciono con las tropas que tenía a su mando, habiendo combatido a los federales en Santa Bárbara, ciudad Camargo, Hidalgo del Parral y Saucillo. Sus nombramientos también resaltaron su personalidad, pero su sencillez fue una característica esencial en su persona.
Vivió en Costa Rica por varios años y fue objeto de numerosas atenciones de parte del presidente de aquella República, esta circunstancia lo obligo a encabezar el movimiento armado que derroco del poder al general Felipe Tinoco. Rehusó el Ministerio de Guerra por no perder su nacionalidad de mexicano. También prestó sus servicios en 1921 al gobierno de Costa Rica durante el conflicto de Panamá, como lo muestra la siguiente carta dirigida a Silvestre Terrazas:
Cartago, mayo 31 de mayo de 1921. El Paso, Texas
Sr. Don Silvestre Terrazas:
Muy estimado compadre:
Su apreciable de fecha 3 de los corrientes me favoreció oportunamente y he saludado su regreso a la capital de México para que llegue ésta a su poder…
Le agradezco sinceramente su consejo con relación a mi regreso a esos benditos rumbos…
En el conflicto de Panamá tuve que organizar una columna de1,500 hombres que tenía por objeto empujar por el centro de la línea divisoria del rumbo de Cañas Gordas pero cuando ya casi entraba en acción, tanto ordenes de regreso…
No se puede ser indiferente a su vida personal sin dejar de mencionar su estrecha amistad con Silvestre Terrazas, director y propietario de “La Patria”, que después sería “El Correo de Chihuahua”, con el cual mantuvo comunicación por medio de cartas en las cuales da a conocer su lado humano. Vivió en Cartago, siempre deseando volver a México, residiendo aquí; recibe vía correo el periódico “La Patria”, esto le permite estar enterado de todo lo sucedido en el país y don Silvestre atento a las cartas que envía Manuel Chao. Su vida en Cartago es apacible, triste y a la vez con esperanza. En una de tantas cartas enviadas a don Silvestre dice lo siguiente:
Cartago, 5 de abril de 1922
“Querido compadre: hace unos meses le remití una tarjeta anticipándole a usted el nacimiento de una niñita que me mando el niño dios y después he tenido tantísimo trabajo que no le había podido comunicar mis novedades si por algún motivo no han recibido dicha tarjeta por este medio pongo a las ordenes de ustedes mi nueva hijita, a la que hemos puesto el nombre de Hortensia, ya que no quería ninguna extranjera en la familia y aquí tiene usted que dios nos la manda para un consuelo y una felicidad en el destierro”.
En todo momento añoraba su regreso a su país, y don Silvestre Terrazas siempre gestionó para lograr este propósito:
25 de septiembre de 1920
Sr. D. Silvestre Terrazas
Mi estimado comprado y amigo:
Recibí su apreciable última y a ella me refiero: agradezco en lo que vale toda la gestión que esta usted haciendo para que en no lejano tiempo pueda volver a México bajo condiciones que me sean satisfactorias y mas que esta para mi condición de revolucionario sea una de las que no tengan que tacharse por mis antiguos compañeros…
En fin, compadre, dejo en sus manos lo que pueda hacer por mí para que pueda llegar yo con mi frente muy alta y sabe como siempre le estaré agradecido y dispuesto a corresponderle en cuanto pueda…
Siempre dedicado a su trabajo y procurando bienestar a su familia, que junto con él soñaban con volver a su patria.
Cartago, septiembre 30 de 1922
Sr. D. Silvestre Terrazas
El Paso, Texas
Mí querido compadre:
El entusiasmo que tengo por terminar mi siembra de banano me ha llevado al extremo de convertirme en ermitaño…
Después de dos meses que he andado de mata en mata a semejanza de la mariposa que va de flor en flor vengo a hacer la vida de la ciudad y todo me parece raro, pues la diferencia es mucha principalmente en cuestiones de sinceridad. Esta vez con motivo del aniversario del gusto de nuestra Independencia en la “legión mexicana” organizando una veladita que me hizo recordar más fuerte a mi querido México…”
Sería imperdonable no mencionar su presencia como gobernador interino de Chihuahua, y este dato es el siguiente:
Al C. Manuel Chao
Presente:
Facultado por la cláusula segunda por los jefes militares del Estado como gobernador de Chihuahua, conforme al Plan de Guadalupe, y llegada la ocasión de tener que se separarme para proseguir los movimientos constitucionalistas al sur, se autorizó para que se haga cargo del gobierno civil de esta entidad, y a mi próxima separación del estado, comandante militar del mismo, con todas las facultades extraordinarias anexas a dichos cargos.
Y para que conste, existiendo la presente en la ciudad de Chihuahua, a los dieciséis días del mes de enero de 1914.
El general en jefe en el Estado de Chihuahua. Francisco Villa. Rúbrica.
Durante su corto periodo como gobernador, dictaminó varios decretos, en el ramo de hacienda, gobernación, fomento, justicia, etc.
Decreto relativo a la organización de los Juzgados Penales y Civiles en el Estado.
El general Manuel Chao, gobernador militar provisional del Estado Libre y Soberano de Chihuahua, a los habitantes del mismo, hago saber.
Que en virtud de las amplias facultades de que me hallo investido y a fin de conciliar en cuanto es posible los intereses de la sociedad con las exigencias de la guerra, he tenido a bien a expedir el siguiente decreto.
Articulo 1º. Entre tanto se restablece definitivamente el orden constitucional de la República, la justicia en el estado se administrara: en esta capital por dos jueces del orden Civil y dos del Penal, todos letrados y dos Menores por jurisdicción mixta.
Articulo 2º. En las cabeceras de los Distritos Hidalgo y Bravos habrá un juez Letrado y un Menor, y sólo un juez de esta última categoría en las demás cabeceras y municipales, todos con jurisdicción mixta…
Es dado en el palacio del Poder Ejecutivo, en Chihuahua, a los veintitrés días del mes de enero de mil novecientos catorce. El gobernador militar del estado. M. Chao.- Secretario.- Silvestre Terrazas.
En Manuel Chao se puede apreciar el gran interés que tiene en cumplir las diversas tareas que se le asignan pero también deja entrever la susceptibilidad que lo caracteriza.
Le escribe a don Venustiano Carranza donde le hace saber que ha recibido una carta del Gral. Francisco Villa en base a una reclamación y textualmente dice así:
Chihuahua, abril 28 de 1914
Sr. Dn. Venustiano Carranza; primer jefe del ejército constitucionalista
Presente:
Muy respetable Sr. y distinguido amigo:
He recibido carta de nuestro mutuo compañero y amigo Sr. Gral. Francisco Villa, en lo siguiente:
“Con pena he visto que mis ordenes relativas al envío constante de trenes a la ciudad de Torreón, conduciendo ganado suficiente para las necesidades de las fuerzas de mando, no se han cumplido…
…por lo que le suplico tenga la bondad de decirme si sus ocupaciones le impiden atender debidamente este asunto, para nombrar yo a una persona que atienda con esmero y eficacia las disposiciones relativas al negocio que le he venido tratando en esta carta”…
Yo le contesté:
“Impuesto de su atenta de hoy, permítome manifestarle, que con esmero he atendido las ordenes de usted, referentes al envío de ganado a la ciudad de Torreón…
Y le agradecería que persona competente se encargara de este negocio y para no tener responsabilidades por mi ineptitud, se acordara a solicitud mía, como respetuosamente lo hago, cubriera el puesto de gobernador del estado…
…espero no echara en saco roto esta solicitud atenta, haciéndome un servicio en lo particular, que dada la buena amistad que los liga, no rehuirá.
…como mis deseos son trabajar por mi causa y por mi Patria en cuanto esfuerzo tengo, y más todavía, me he sacrificado por lo que antes dije, debido a mi ineptitud, no quiero que este sacrificio redunde en perjuicio de la colectividad de mi e indirectamente de la primera Jefatura que es a su digno cargo “…
Es interminable su actividad revolucionaria, pero finalmente regresa a su Patria en el segundo semestre de 1923 y, paradójicamente, es sentenciado a la pena de muerte bajo el cargo de rebelión y es ejecutado el día 26 de junio de 1924.
3 comentarios:
Este es mi bisabuelo. Estoy muy orgullosa de èl y sus sacrificios que fueron muchos. Me imagino el gran sufrimiento del exilio al ser separado de su familia y por ultimo la terrible pena al ser condenado a morir por fusilamiento.
Hola me gustaria ponerme en contacto contigo o quien pudiese tener informacion del caso para la historia es muy importante aclarar y eacudriñar al mundo lo que ha transcurriso por su memoria
Soy bisnieto del General Manuel Chao Rovira, mi Abuelo fue Manuel Chao Loya, la verdad es que es un orgullo formar parte de la historia Mexicana.
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